Razas:Merino español,Churra.......



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Los ovinos actuales productores de lana de vellón son todos de la especie ovis aries, descendientes del muflón y de otras razas de primitivos bóvidos asiáticos. Es un rumiante ungulado. El animal macho se llama carnero y tiene cuernos, generalmente curvados; la hembra no los tiene, salvo en pocas especies. Viven en rebaños (con algunas salvedades), al cuidado del hombre desde la Edad de Piedra y a través de su larga historia de animal doméstico ha sido sometido a sucesivas hibridaciones, cruzando diversas razas en busca de mejorar producción de lana o de carne, según los fines de explotación, y mejor adaptación a los climas de su crianza. Curiosamente, es el primer animal mayor del que se sabe que ha sido clonado.
El muflón actual, de la especie que abunda en varias regiones.


El hábitat de la oveja abarca casi todos los posibles en nuestro planeta, desde los áridos desiertos a las zonas más húmedas, frías o templadas. El conocido como carnero de Dall (Ovis dalli) es una especie de carnero salvaje de Norteamérica; en especial habita las tierras frías de las Montañas Rocosas entre la Columbia Británica y Alaska. Posee un pelaje blanco característico, especialmente hermoso. Un hábitat distante de Alaska es, por ejemplo, el de Canarias, donde los muflones se han reintroducido con notable éxito.


La mayor parte de las productoras de lana del continente europeo, de las exportadas a Australia y Argentina en los siglos XV al XVIII, proceden de la merina española, traída a España por los árabes benimerines (procedentes de lo que ahora es el Norte de Marruecos) a principios del siglo XIV, cuando invadieron y poblaron una parte de la actual provincia de Cádiz. La merina se prodiga enseguida por todo el sur de España. Probablemente habitaba ya antes en la rica Cartago y todo el norte de África, a donde llegó de Oriente Próximo, procedente de la Mesopotámica, donde se pastoreaban ovejas desde hace 10.000 años.
Oveja merina española


Cuando a finales del siglo XV el dominio árabe en España estaba reducido a un pequeño territorio en Andalucía, la merina se había extendido a toda la meseta manchega y a la meseta norte y a Portugal, en detrimento de la oveja autóctona española, llamada oveja manchega. Es entonces cuando el Consejo de la Mesta, que regulaba de forma exclusiva desde el pastoreo hasta la producción y comercialización de la lana, adopta el producto de la merina en forma de monopolio. La merina es una oveja de cuello y patas cortas, que a simple vista da ya la impresión de una gran riqueza en lana, "como un ovillo con patas" (dicen los pastores). Su lana es larga, fina y rizada, que son las mejores cualidades de la lana. El color del vellón es blanquecino, sin manchas, y sólo en pocos casos los machos (carneros) presentan unos cuernos en espiral. La oveja merina ha dado lugar a algunas variedades, entre las que cabe destacar la Rambouillet, la Negretti, la merina americana, la Vermont, la Delaine y la merina australiana.
Esta oveja, con 50 kg de peso en vivo, tiene una media de 7 kg. de lana en vellón, de la que es despojada una vez al año (esquila) al final de la primavera. La piel del cordero merino es el afamado moutón, utilizado para la confección de piel con pelo.
En el siglo XVIII se introdujo por primera vez en Francia. Con el tiempo su cría se extendió por Europa y América, y en el siglo XIX Gran Bretaña la exportó en gran número a sus colonias de ultramar. En la actualidad la mayor parte de las cabezas se concentran en Estados Unidos, Argentina, Sudáfrica, Nueva Zelanda y, sobre todo, Australia, donde superan a los humanos a razón de casi un centenar a uno.

La raza churra (también española) tiene un mayor tamaño, es más agreste pero de inferior calidad en la lana. La raza escocesa tiene lana más larga. En Israel se han obtenido recientemente, mediante cruces, ovejas de 80 kg de peso y lana larga, aunque siempre menos fina y rizada que la merina.

Del Asia Central proceden razas con excelentes calidades de lana; especialmente apreciada es la karakul, cuyos corderos antes de nacer tienen la piel negra y el pelo muy rizado; éste es el astrakán.
También conocido como Karakul'skaya (Rusia), Astrakhan, o Bukhara, Karagül (Turquía). El Caracul puede ser la casta más antigua de la oveja doméstica. Evidencias arqueológicas indican la existencia de la piel de cordero persa ya en 1400 A.C., y grabados de un karacul pueden verse en los antiguos templos babilónicos. En el Turkestán Oriental, en la cuenca del río Amu Darja, existe una pequeña ciudad llamada Karakul, que da nombre a este ovino, el común de la región.


Los ovinos del mismo nombre que existen el Rusia y Turquía proceden de esta región asiática, del antiguo emirato de Bukhara, en la histórica ruta de la seda. La duras condiciones de vida en la región han hecho de las ovejas karakul una especie dura y longeva, capaz de resistir temperaturas extremas de frío y de calor; resistentes a los parásitos y enfermedades y productoras de una lana especialmente larga. Una característica especial del pastoreo y crianza de la oveja karakul es su instinto a pastar aislada, contraria a la tendencia gregaria de la oveja español, por ejemplo; ésta es sin duda una característica genética impulsada por la escasez de los pastos donde vive, que no alcanzan para alimentar un rebaño pero sí para la oveja que pasta aislada o separada. De ello también proviene su instinto de extrema protección a las crías, que pare en menor abundancia que la oveja española. Otra característica morfológica de la oveja karakul (acorde a sus condiciones de vida) es su gruesa cola, que le sirve de reserva alimenticia, al igual que la joroba al camello.
En el vellón del karakul domina el color negro. El cordero nace con un vellón de un negro intenso y brillante, exquisitamente rizado, menos la cabeza y las patas. A medida que crece ese negro deriva a un gris o negro azulado, que llega a hacerse marrón en la oveja de más edad; entonces también los rizos se abren y todo el vellón le cuelga generosamente a la oveja. La lana de karakul es menos dada a enfieltrarse, por ser menos rizada y además tiene menos grasa que en la oveja merina.

Como en el caso de otros productos de apreciadas cualidades, organismos internacionales se han cuidado de vigilar y controlar la producción de lana y su comercialización. Por este motivo se creó el SECRETARIADO INTERNACIONAL DE LA LANA, que tiene su sede en Inglaterra. Todas las transacciones comerciales de la lana pasan por este organismo. Las denominaciones de origen, que ostentan las lanas más prestigiosas, son otorgadas por este secretariado. Las más famosas de éstas son la lana SHETLAND y la MERINA AUSTRALIANA. Lo mismo ocurre con la autorización para las etiquetas PURA LANA VIRGEN y RICA LANA VIRGEN





El Merino
Hoy, esta extraordinaria raza, venida a menos por diversas razones que serán señaladas posteriormente, nos merece una mención especial, por que creemos que como lo hizo por muchos años sigue siendo una de las mejores opciones para vastas extensiones de nuestro territorio.

Para afirmar lo anterior no nos basamos en aspectos de creencias o gustos personales, sino en el hecho que por décadas demostró y aún hoy sigue demostrando en los lugares donde se encuentra, que es capaz de producir en ambientes difíciles donde a otras razas les es complicado hacer lo, también en el hecho de que en los Estados Unidos a pesar de los embates que ha sufrido su ganadería ovina, la base de su producción se sigue sustentando en esta raza incluso en condiciones similares a muchas del norte de nuestro país. Además en un momento en que el mundo está volteando a la agricultura “orgánica”, los productos naturales como la lana y en especial aquellos libres de agroquímicos se presentan como una oportunidad muy importante de generar riqueza en esas zonas pobres que es donde tradicionalmente ha tenido asiento esta raza.
Este escrito que tiene como objetivo básico resaltar las características y virtudes de la variedad Rambouillet, con especial énfasis en su comportamiento en nuestro país, sentimos que quedaría inconcluso si no se hace primero referencia a la raza que le dio origen a esta variedad es decir la Merino. Por ello, en esta primera entrega hablaremos quizá sin lugar a equivocarnos de la raza más extraordinaria que el hombre ha criado, debido a los diversos satis factores en forma de lana, carne incluso leche y por que no decirlo de compañía, le ha proporcionado por al menos 800 años influyendo definitivamente en su bienestar.

El Merino Español
El origen como raza definida fue en la Península Ibérica de ahí que la palabra Merino es española, aunque se discute su significado primitivo, la acepción más aceptada es que de signaba al inspector de cañadas por donde transitaban los rebaños en sus migraciones en el sistema de crianza trashumante, extendiéndose el nombre por extensión a los animales de los rebaños característicos de esta forma de producción.
La historia del Merino va más allá de la simple formación como raza y sus variedades, ya que involucra a una de las etapas más apasionantes en la historia de la ovinocultura, la que corresponde a la ganadería ovina española que se desarrolló entre los siglos XIII hasta el XIX, tal es así quizás no sea exagerado afirmar que es el eje alrededor del cual gira buena parte de la historia mundial de los ovinos.
Si bien se da por descontado que esta raza es española, se ha especula do mucho en torno a como se originó. En 1986, durante el Congreso Mundial del Merino realizado en España, se presentaron algunas revisiones sobre el origen y desarrollo de esta raza, de los cuales hemos tomado algunos de los fragmentos más representativos, pero también lo hemos hecho de otras fuentes en particular de libros de producción ovina muy importantes y que son citados en la literatura al final de estos escritos.

Existe una enorme discusión de cómo se formó esta raza, las versiones cambian según los investigadores y por que no decirlo de los intereses regionales o gubernamentales de afirmar un origen único. Algunas evidencias indican que el inicio de su formación es anterior a la Era Cristiana, puesto que existen pinturas rupestres que muestran escenas que ya en la Península Ibérica se practicaba el pastoreo 1000 a.C. Pero la verdadera historia es desconocida y solo se trabaja en base a hipótesis no del todo probadas. Por ejemplo se atribuye a los romanos y fenicios como los introductores de ovinos a la Península, sobre todo a los primeros, que impulsaron la crianza en todos sus dominios con el objeto de abastecer de lana y carne a sus legiones. Parece ser que la primera difusión fue en las tierras andaluzas.
Hasta mediados del siglo XVIII la raza Merina se crió solamente en España. Este reino había cerrado su frontera estableciendo un embargo total, prohibiendo incluso en algún momento bajo pena de muerte, que los Merinos salieran del país. Como cuestión anecdótica, García Martín en su historia del Merino, refiere que un embarque en que deberían salir 8 carneros hacia Cuba, al enterarse el Rey mandó que se cambiaran por unos castrados. Algunos ovinos alcanzaron a salir de la Península por contrabando a través de los Pirineos y en general estos eran de baja calidad. Estos Merinos primitivos eran de talla pequeña, con arrugas y producían ya una lana fina y muy apreciada. Se conservan estos rebaños en algunos centros de estudio en España, Francia y Australia.
La difusión y dispersión del Merino, comenzó básicamente duran te la segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo XIX y la razón fue derivada de dos hechos. El primero, debido a intercambios o ventas de animales con otras casas reales. Prácticamente y desde hacía varios siglos, todos los reinados europeos buscaron denodadamente obtener Merinos para mejorar sus rebaños y poder obtener lana de buena calidad. Existen diversas ventas y regalos registrados en diversos lugares de Europa, como Alemania, Suecia, Dinamarca, Holanda, Austria y otros. Sin embargo, los que trascendieron son aquellas que dieron lugar a la formación de algunas Cabañas o rebaños cuyos nombres pasaron a las distintas variedades de Merino y que a la larga influirían en la formación de nuevos rebaños. Entre ellas destacan las involucradas en las transacciones reales, esto debido a que animales vendidos o regalados, eran los de mejor calidad ya que pertenecían a los rebaños reales del Escorial o bien de Cabañas seleccionadas.
Uno de los primeros acontecimientos, corresponde a la formación del Merino Alemán, cuando en 1765 Federico Augusto, Gran Elector de Sajonia y primo del Rey de España Carlos III, obtuvo 220 ovejas de los rebaños reales del Escorial, lo que dio origen al Merino Electoral, hay otra adquisición rea lizada en 1776. Aparentemente este es la base del Saxon, que posterior mente desarrolló las variedades de Merino que poseen la lana más fina del mundo, siendo los precursores de los Merinos Super Finos y Finos de Tasmania (Australia). Es importante recalcar que en éste caso como los que se mencionan posterior mente, la elección de los animales fue muy cuidadosa, acatando la recomendación del rey de que fueran de los mejores. Federico II de Prusia 1782, compró 200 ovejas 100 carneros y los situaron cerca de Berlín de donde se distribuyeron a otros estados prusianos.
Otro evento destacado, es la importación que realizó la emperatriz María Teresa de 300 Merinos al imperio Austro Húngaro en 1775 y que dio origen al Negretti, por pro ceder los animales principalmente de la Cabaña de este nombre. Las importaciones posteriores pro cedieron principalmente de la misma Cabaña.
En el caso de Francia, están documentadas algunas introducciones de animales ya fuera de con trabando, o de algunas adquisiciones aisladas realizadas antes de la más importante que corresponde a la compra hecha por Luis XVI Rey de Francia, de 380 ovejas en 1786 a Carlos III rey de España, nuevamente de animales seleccionados de Cabañas importantes o de rebaños del Escorial. Estos Merinos se situaron a 60 km de París, en un paraje y castillo conocido como Rambouillet y que le dio a la postre el nombre a esta variedad, hoy tan conocida e importante en el mundo. En México y Estados Unidos representa la principal variedad de Merino. Como dato interesante es el que los registros de producción de lana en aquella época ya eran superiores a los tres kilogramos.
Inglaterra, obtuvo algunos Merinos a través de varias transacciones, pero se le atribuye a Jorge III como el primero en concretar su introducción con 40 animales. Estos no prosperaron debido al clima húmedo de la isla, pero su importancia radica en el aporte que hicieron a sus colonias como Sudáfrica y Australia, ya que fueron enviados a la primera, donde si tuvieron éxito, y de allí a Australia a finales del siglo XVIII.
En Sudáfrica, que primero fue colonia Holandesa, los colonos Boers llevaron ovinos de lanas largas y ásperas de Bélgica y Holanda, pero posteriormente se introdujo el Merino y sus variedades. Cuando la Colonia fue ocupa da por Gran Bretaña, se incentivó la importancia de los ovinos de lana fina, formándose así la variedad de Merino Sudafricano. En el caso de Australia, en 1788 se introdujeron los primeros ovinos procedentes del Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica, pero no prosperaron. En 1796 la población ovina no pasaba de 1531 animales, además el objetivo principal de los mismos era el de proporcionar comida, ya que la lana era de mala calidad. Varios embarques la mayoría provenientes de la colonia del Cabo, fueron dando origen a las distintas variedades de Merino Australiano a los cuales nos referiremos a ellos más adelante dada su enorme importancia.
La segunda gran causa de expansión del Merino, correspondió a la salida masiva de esta raza tras la invasión realizada por Napoleón III (Pepe botella) y otros conflictos armados que sostuvo España, entre ellos con Prusia. Los rebaños que salieron fueron tanto reales (del Escorial) como generales. Es interesante señalar que tras estas pérdidas así como la declinación e influencia de la ganadería trashumante, la excelente ganadería Merina española se redujo y perdió la primacía pues fueron surgieron las nuevas variedades europeas como los ya mencionados Rambouillet y el Electoral
 El Merino actual, si bien es producto de la selección que le imprimen en cada país de acuerdo a las características que más les interesan, no se puede sustraer a la selección y el manejo al que fue sometido. Por ejemplo, como se señala posteriormente esta raza se caracteriza por su fuerte instinto gregario, sin embargo esto no fue gratuito, los cientos de años en que los rebaños fueron manejados en forma trashumante en recorridos de decenas de kilómetros, aunado algunas reglas de la Mesta española llevaron a una selección indirecta dada de la necesidad de estar juntos los animales, de otra manera no se podría explicar el éxito de la trashumancia,

Características generales del Merino
La talla y peso de estos animales varía de acuerdo a los procesos de selección que han ejercido los distintos países, en general las hembras pesan entre los 40 y 60 kg y los machos alcanzan de 100 a 120 kg. Los machos presentan cuernos (no los de variedad Polled), las hembras son acornes. Los Merinos modernos tienen la cara destapada cubierta de pelos de color blanco cremoso, las orejas son de tamaño medio recubiertas de pelo del mismo color, el morro es rosado como su piel. La presencia de arrugas en el cuerpo todavía se aprecian en algunas variedades, sobre todo en Sudamérica, también todavía es bastante distintivo las tres corbatas (pliegues) que presentan sobre el pecho como se muestra en la foto 1, a y b. Las pezuñas son blancas. La lana es blanca y fina, en la actualidad hay fibras finísimas de hasta 13 micras, aunque en general se ubican entre las 18 y 26 µ, los vellones suelen ser rizados y libres de fibras meduladas. Los vellones de rebaños generales pesan entre 4 y 5 kg sucios, aunque en animales de cabañas los carneros pueden alcanzar entre los 12 y 18 kg sucios. Los rendimientos al lavado pueden alcanzar el 70%, aunque esto depende de diversos factores.
En aspectos reproductivos, los Merinos se reconocen por su estación de apareamiento amplia, es decir que se pueden aparear prácticamente a lo largo del año, aunque sus parámetros en general son de regulares a bajos, así las fertilidades rondan el 80% y la prolificidad es baja, alrededor de 1.1 a 1.2 corderos por parto, la habilidad lechera es de media a baja y en los corderos la velocidad de crecimiento es media. Como una forma de mejorar la tasa reproductiva del Merino el siglo pasado los investigadores australianos extendieron la variedad prolífica Booroola. Se ha observado que a diferencia de otras razas prolíficas este carácter es de tipo mendeliano simple y no aditivo como en otras razas como la finesa o Romanov. Más adelante se volverá sobre esta variedad.
Los Merinos son animales de fuerte instinto gregario (tendencia a andar juntos) son longevos y muestran una gran adaptación y resistencia a condiciones semiáridas y climas extremosos Se pueden desplazar a distancias considerables respecto a otras razas, no hay que olvidar que algunos recorridos de la trashumancia incluían cientos de kilómetros se han mencionado de hasta 800 km. La Foto 2, muestra un rebaño Merino en Australia ubicado al norte de Melbourne

Merino Australiano
Después del Merino español casi sin lugar a dudas el Merino que más prosperó y alcanzó gran renombre y prestigio fue el Australiano. El origen de este Merino ha quedado documentado.
En 1797, los capitanes Water house y Kent, compraron un pequeño rebaño en el Cabo, que presunta mente era descendiente de ovejas y carneros dados por el rey de España al gobierno del Cabo. El capitán McArthur, el reverendo Marsden y otros dos colonos obtuvieron algunas de estas ovejas. Además, posteriormente el primero adquirió otro pequeño rebaño en Inglaterra, iniciándose así la producción de lana en Australia. De este pequeño núcleo surgió la más importante industria ovina del mundo, que perdura hasta nuestros días y que dio origen a todas las variedades del Merino Australiano, animales que producen de la mejor lana para vestimenta.
Australia le ha dado una enorme importancia al Merino, de ahí que no es gratuito que tras tantos años de investigación y de trabajar con esta raza, hayan logrado generar animales excelentes en producción y calidad de lana, los cuales de acuerdo a la finura de la misma se clasifican como superfinos (super fines), finos (fines), medio (medium) y fuerte (strong). Aparte de la calidad de la lana de cada grupo las diferencias más importantes son la mayor talla y peso de los animales con forme la lana se hace más gruesa. La foto 3, muestra tres extraordinarios carneros.
El Merino Boorola australiano
Una de las investigaciones más importantes que derivó en una de las variedades de Merino en Australia es la que se desarrolló en busca de mejorar la tasa reproductiva de esta raza en especial en la Prolificidad. Los Merinos a diferencia de otras razas sobre todo de origen inglés, no fueron seleccionadas por su tasa reproductiva, importaba mas la calidad y el peso de su lana, de hecho aun hoy día, para producir la misma se usan proporciones importantes de capones en los rebaños laneros. Quizá mucho tuvo que ver el sistema trashumante de producción que exigía corderos resistentes a las difíciles condiciones que los acompañaban en sus viajes y que en general todas las variedades de la raza se han criado en zonas difíciles con escasez frecuente de agua y pasturas. Fray Miguel Agustín (1917) refiere que cuando había corderos gemelos estos no eran bien vistos y se eliminaba uno para darle mayor oportunidad al otro. También pudo haber influido que Australia la segunda patria del Merino después de la decadencia española, haya influido sobre el mantenimiento del pobre comportamiento de esta característica, entre otros debido a que al criar los ovinos en sus vastas extensiones no ejerció presión para mejorar tasa reproductiva.
La preocupación de investigadores australianos por hacer una oveja más eficiente reproductivamente llevó a un proyecto de mejora que tuvo como base en la Estación Experimental de Trangie y la extensión de la Booroola en varios puntos del país. Estos trabajos han tenido gran impacto y existen rebaños Merinos con excelentes perfomances reproductivas.
Durante muchos años como característica racial se identificó la presencia de cuernos en los machos, ante la aparición de animales acornes (sin cuernos), se acepta en la actualidad esta característica designándose a esta variedad como Poll Merino, en la foto 6 se muestra un grupo de carneros de esta variedad.

Merino Argentino y Uruguayo
La llegada de Merinos al Cono lSur está registrada en importaciones realizadas entre 1839 y 1849, procedentes de España, Francia, Alemania y Estados Unidos. Aquí es importante mencionar que cada país a través de la selección de aquellas características que les son más importantes, van influyendo en la conformación o modificación de las razas. Muchos son los casos que se pueden mencionar, por ejemplo hay Merinos Australianos, Sudafricanos, Rusos o Neozelandeses, por citar solo algunos. Sin embargo mención especial merece el Merino Uruguayo, esta variedad (o raza), ha sido objeto de un muy importante mejoramiento sobre todo de su lana, a través de sus institutos de investigación en especial del SUL (Secretariado Uruguayo de la Lana). La foto 7 muestra un carnero Merino Uruguayo.

Influencia del Merino en otras razas
Es indudable que esta breve descripción del Merino quedaría incompleta si no se hace referencia a la influencia que ha ejercido esta raza en la formación de nuevas razas, conocidas en general como sintéticas, buscando las virtudes sobre todo de su lana y otros aspectos de su comportamiento ya descritos y la de aquellas que pudieron significar mejoras.
De estas nuevas razas quizá la más importante sea la Corriedale por su número y difusión (cruza Merino con Lincoln) formada en Nueva Zelanda y distribuida ampliamente en Sudamérica. Otras razas con influencia Merino son la Columbia, la Targhee, o la Polypay de Estados Unidos. La Ideal (o también conocida como Polwarth) Australiana y finalmente el uso de padres Merinos en cruzamientos para conformar las Comeback breeds.


ENLACES:





OTRAS LANAS ,ESPECIALES


             
El mercado de lana de Alpaca.http://www.monografias.com/trabajos34/lana-alpaca/lana-alpaca.shtml